
En medio de la carretera, el tlacuache a duras penas esquivó el ruidoso camión de cervezas y alcanzó el otro lado. Necesitaba llegar a la seguridad del abedul donde tenía su madriguera. Cual torpe trapecista, caminó por un cable de luz para acercarse a una de las ramas que lo llevaría a su hogar. En un momento dado, su figura se recortó perfectamente en la luna llena que desplegaba esa noche especial.
En otro tiempo y lugar, alguien visualizó la imagen. Era la señal de la que hablaban los libros.
El Guardián sacó su espada. ¡Era hora de cumplir la profecía!
Autor: Ana Laura Piera / Tigrilla
Nota: El tlacuache es un mamífero marsupial oriundo de México, conocido también como zarigüeya y deopossum.
https://bloguers.net/literatura/el-tlacuache-lunar-microcuento/

Hola, Ana!! Qué interesante tu microrrelato. Esa imagen del tlacuache recortando la luna llena podría parecer casual y sin embargo, en otro mundo es la señal para cumplir una profecía. Muy original y que refleja la idea de que algo que puede parecer irrelevante puede convertirse en lo más importante dependiendo de quien mire y con los ojos que se miren. Enhorabuena!! 😉
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Muchas gracias Cristina!
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El tlacuache ese animalito que trajo el fuego a los humanos de acuerdo a los mexicas, que también les descubrió el pulque, mucho tiene que ver con lo sagrado, sin lugar a dudas puede ser la señal. Un abrazo grande
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Gracias Themis!
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Que buen inicio para una novela. Con este micro consigues abrir mundos paralelos y la imaginación puede viajar al infinito.
Me parece que con solo dos palabras: Guardian y espada, la pantalla se mancha de sangre.
Un abrazo.
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Muchas gracias Ángel! Un abrazo!
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Una gran leyenda en pocas palabras.
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Gracias!
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Bonito cuento, me imagino que estará basada en alguna leyenda tradicional, la cual desconozco, pero sería bueno saber más de ella.
Muchas gracias por compartir tu relato.
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Hola Joshua, ninguna en especial. La foto sugirió todo. Saludos!
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Me preguntaba ¿Qué fue antes la imagen o el relato?
Ahora queda desvelado entre tus comentarios, estupendo relato, Ana.
Un abrazo
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Muchas gracias!
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No puedo dejar de admirar el decir tanto con tan pocas palabras. Y esa.imagen es evocadora a más no poder. Mi pobre tlacuache! No me importa que el guardián haya sacado su espada, no quiero que se cumpla la profecía.
Grande Tigrilla, un abrazo.
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Hola Maty, el microrrelato es un ejercicio de síntesis en la que el lector debe llenar «lo que no se dice» pero que esta sugerido en la misma historia. En mi mente el tlacuachito no sufre daño, es solo la señal para que alguien inicie algo en otro universo. Un beso y mil gracias por comentar.
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Precioso micro, Ana.
Conocía a este animalico como zarigüeya, pero me gusta mucho Tlacuache. Alimenta mucho más la imaginación y te lleva a aventuras mitológicas y fantásticas como la que propones.
Por aquí somos más temerosos del Gato Negro, aunque las veneradoras de lo oculto lo adoran.
Un abrazo.
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Gracias por pasar.A mí también me gusta más Tlacuache. Ese nombre viene del náhuatl tlacuatzin (tla, fuego; cua, mordisquear, comer; y tzin, chico) que significa “el pequeño que come fuego”. En la leyenda mexica este animalito le roba el fuego a los dioses para dárselo a los hombres, por eso se le «quema»la cola (que no tiene pelo).
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Guau, qué belleza.
Que delicia aprender estas cositas contigo.
Me apunto cierto VadeReto. 😜
Saluditos
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La rata almizclera es una bella criatura.
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No es rata ni es almizclera, no es un roedor. Se trata de un marsupial endémico de 🇲🇽. El único. Sí, es muy especial. Saludos!
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Me encanta ese cambio de ritmo de tu micro. Si el Tlacuache, no conocía el nombre, pudiera hacer algo parecido con sus vacilantes pasos estaría a salvo de sus depredadores.
Un abrazo
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Qué bello, Ana!! Siempre es inspirador leerle. I’m abrazo enorme. ❤️🌿🍀🌻
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Muchas gracias, otro para tí…
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Entre una imagen y un cuento entrelazados, llegó desde el pasado una revelación para aviso de los iniciados. Un abrazo.
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Gracias Carlos!
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Muy buen relato, además he conocido una nueva palabra «tlacuache» que nunca la había escuchado. Todo dependerá de la zona. Me gustó mucho. Un abrazo.
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Muchas gracias!
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Espléndido relato. Cierto que a veces una imagen nos trae el texto a poco que nos inspiremos. Me tranquiliza leer en otro comentario que «el tlacuachito no sufre daño». Mejor. Un abrazo.
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Maravilloso relato. Me encanta cómo consigues que un hecho “cualquiera” pueda significar tanto.
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Muchas gracias!
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Inspirador relato, cargado de mitología y magia…
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Gracias!
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Muchas gracias por la difusión.
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