Mi participación en el reto de El Tintero de Oro: novelizar una escena cinematográfica, la que queramos. No debe pasar de 250 palabras. La escena escogida por mí ocurre en la película Star Wars, en el episodio V «El Imperio Contraataca», cuando Darth Vader revela a Luke Skywalker que él es su padre. Si no te acuerdas de la escena o quieres volver a verla, da clic en la imagen y te llevará a youtube. Ahora sí, vamos al relato:
Tras un intercambio de estocadas le he cercenado la mano que sostenía su sable de luz y el grito de dolor que rasgó el aire remueve algo en mí… lo ignoro, no es momento para debilidades.
El fin se acerca, quisiera que este duelo con él se hubiera extendido más. ¡Cómo disfruto ver su progreso! Aún no alcanza todo su potencial, pero yo puedo terminar de entrenarlo, ¡su lugar es a mi lado y no con los débiles!
—No hay escapatoria, no me obligues a destruirte. ¡Únete a mí!
Cubriéndose el muñón lastimosamente, retrocede sobre la estrecha estructura. Otra vez le pido que se me una, pero aún roto, es desafiante. Jugaré mi última carta. Le pregunto si sabe lo que pasó con su padre y me responde que yo lo maté.
—¡NO! ¡YO SOY TU PADRE! —Un alivio que no esperaba sentir me invade.
A su incredulidad inicial sigue el espanto, que al ir conquistando sus facciones, las distorsiona; brotan las lágrimas y de su boca deformada surge un grito de negación surgido de la impotencia, pues algo le dice que no miento. Le extiendo mi mano y él me mira, ahora con una serenidad que me estremece, y… salta al abismo.
Lo miro caer y me sorprendo lamentando su acción. Aguardo a que esa luz, que es su presencia dentro de mí, se apague, pero no se extingue. ¡Ha sobrevivido! Su resiliencia solo hace que me empeñe más.
«Luke, hijo, voy por ti»
248 palabras incluyendo título
Autor: Ana Laura Piera

