Microrrelato de fantasía épica.

Con la runa de la victoria en el cuello, Gwendal selló el abismo donde yacen los impíos. Tierra, Mar y Cielo respiran al fin, libres del hedor del mal. Desde lo alto, un halcón desciende portando la Flor del Paraíso, la recompensa para los justos.
Ya no hay guerra, ni vigilia. Es tiempo de multiplicar la bondad.
Gwendal baja la guardia. Por primera vez, la guerrera piensa en sí misma. Los Tres Reinos la bendicen en silencio.
80 palabras incluyendo título.
Autor: Ana Laura Piera.
Los Tres Reinos también son metáfora de nosotros mismos; sobre ello escribí una reflexión en Reflexópolis, te invito a leerla.
